A DIOS
A DIOS
A ti, mi Dios, yo me entrego,
con toda mi fe y devoción,
pues en ti encuentro el sosiego
y el amor que mi alma anhela en oración.
Agradezco tu protección
y tu infinita compasión,
pues en mi camino y mi aflicción
siempre estás para darme tu bendición.
Eres luz que ilumina mi sendero,
faro en la oscuridad que guía mi camino,
y en mi corazón albergo el anhelo
de estar siempre cerca de tu divino destino.
A ti elevo mi voz en adoración,
agradecido por tu misericordia y amor,
y aunque a veces sienta el temor,
sé que tú estás presente en mi corazón.
¡Oh Dios mío, fuente de mi existir!
En ti encuentro la paz y la alegría,
y aunque no pueda verte con mis ojos aquí,
siento tu presencia cada día.
En tus manos dejo mi vida y mi ser,
confiado en que siempre estarás a mi lado,
y en cada latido de mi corazón podré ver
tu amor divino, siempre fiel y sagrado.
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